Es el momento:
¡A cerrar filas para tumbar la reforma educativa!
I.
¿En qué consiste la reforma educativa de Peña?
• Se
modificaron los Artículos 3 y 73 de la Constitución, elevando a
rango constitucional la existencia del Instituto Nacional para la
Evaluación Educativa (INEE), órgano encargado de la evaluación.
• Se
establece que el ingreso, la permanencia y promoción de los maestros
queda sujeta a concursos de oposición y a la evaluación docente.
Las plazas son temporales en todo momento.
• Se
emitieron dos “leyes secundarias reglamentarias”, una sobre el
funcionamiento del INEE y otra sobre lo que llaman “Servicio
Profesional Docente”, que detalla los tipos de nombramientos, las
promociones, los estímulos (económicos y en especie) y los castigos
al desempeño docente. Todo ello sujeto a la Evaluación Docente que
incluye exámenes estandarizados y un portafolio de evidencias. Los
maestros deben presentar la evaluación por cada materia que dan.
• Se
modificó la Ley General de Educación, para hacerla corresponder a
las dos leyes anteriores.
• Se
incluyen aspectos relativos a los consejos de participación social
con el fin de “fortalecer la autonomía de gestión de las
escuelas”, adecuando el marco jurídico para obligar a los padres
de familia a involucrarse en el “mejoramiento de la
infraestructura, comprar materiales educativos y resolver problemas
básicos operativos” de las escuelas.
En
resumen, la reforma se centra en el sistema de Evaluación Docente,
estableciendo una nueva legislación laboral para los maestros por
fuera del Artículo 123 Constitucional, dejándolos sin ningún
derecho laboral. Y, se establece que los gastos del Estado en
educación podrían ser compartidos con los padres de familia,
involucrándolos en el mantenimiento de las escuelas bajo distintas
formas
(mano de obra para reparaciones, compra de materiales, cuotas
escolares, pago de servicios de luz y agua, etc. Ya circulan
denuncias de escuelas donde esto empieza a tomar forma).
II.
¿Por qué sumarnos a esta lucha?
1.
El gobierno miente: la Evaluación Docente no mejorará la educación
ni la labor de los maestros.
a)
No hay nada en el sistema de Evaluación Docente (ni en toda la
reforma) donde se plantee mejorar la educación ni la labor docente.
La reforma educativa busca aumentar el control del gobierno,
arrebatar derechos y despedir maestros: es una reforma laboral.
b)
Cuando se empuja a los profesores a preparar pruebas estandarizadas,
se les recorta el tiempo para preparar sus clases y materiales
didácticos.
c)
Miente el gobierno al responsabilizar a los maestros del desastre
educativo. Es un problema complejo cuyo principal responsable es el
Estado. Garantizar que la educación sea buena y efectiva, depende de
muchos factores, como las condiciones sociales, económicas y
culturales de los estudiantes; así como la condición de las
escuelas y el lugar donde se ubican. De acuerdo al director general
del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa
(Inifed), sólo 10 de cada 100 escuelas tienen condiciones para el
estudio y aprendizaje; el 90% de las escuelas no tienen las
condiciones para su buen funcionamiento. Esto es responsabilidad del
gobierno, pero se desentiende tratando de culpar a los maestros, y
planea que los padres ayuden a resolver este problema.
d)
Esta reforma fue decidida al margen de maestros, estudiantes y padres
de familia; al margen de las necesidades de la población. Se
elaboró, hasta el último detalle por la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), organismo que representa
y expresa los intereses de los más ricos y poderosos del mundo, de
las grandes empresas trasnacionales. Lo que sigue es la modificación
de los planes de estudio para adecuarlos más a sus intereses. Los
dueños del dinero quieren a México como un país-maquila y a sus
niños como futuros empleados sin derechos laborales. Los maestros
les estorban, y por ello buscan eliminar su fuerza: de ahí esta
reforma laboral contra los maestros.
2.
Este año inició la Evaluación Docente y resultó un verdadero
agravio para los profesores.
Ha
resultado humillante llevar a los maestros a galerones, bajo amenaza
y con intentos de soborno (ofreciendo aumentos salariales y créditos
para vivienda), rodeados de miles de policías y granaderos, sin
condiciones para poder concentrarse, en algunos casos con cortes
intermitentes de energía y caídas del sistema, en otros casos sin
lugares suficientes. En esas condiciones de absoluto estrés se
mantuvo a los maestros por más de dos horas y media, rellenando
formularios por computadora, con cuestionamientos que, en muchos
casos, no tenían relación con la labor realizada por el maestro en
su escuela.
Para
cualquier persona honesta que conozca un poco la complejidad de la
labor docente, pretender medirla de esa forma resulta una verdadera
burla. Y es una infamia que usen los resultados de tal Evaluación
para continuar atizando la campaña de desprestigio contra los
maestros.
3.
Los maestros repudian la reforma, quieren evaluación pero no esa.
En
prácticamente todos los estados del país ha habido diversas
manifestaciones contra la reforma. Se puede decir en general que no
hay docentes a favor de la reforma. ¿Es posible que los cientos de
miles de maestros, en todo el país, estén equivocados? No. El que
está mal es el gobierno que no ve ni escucha a los maestros que, una
y otra vez, han planteado que no se oponen a una evaluación
académica, sino a
esta
evaluación impuesta por el gobierno sólo para controlarlos,
arrebatarles sus derechos y correrlos; que, una y otra vez, han
planteado que se apoye la formación docente; que no se han cansado
de plantear que es necesario un amplio debate que incluya a todos los
involucrados, a los especialistas en educación, a los padres de
familia y, por supuesto, a los maestros.
Y es
una aberración absoluta pretender que los maestros acepten la
evaluación con base en campañas de terror: amenazas constantes por
parte de supervisores y directivos, despidos, golpes,
encarcelamiento, represión y crímenes de lesa humanidad como el
cometido en Nochixtlán, Oaxaca, por parte del Estado. ¿En qué va a
mejorar la educación una reforma que aterroriza a los maestros, que
tiene que imponerse a sangre y fuego?
4.
Con decisión de lucha y firmeza, sí es posible echar abajo la
reforma.
a)
El gobierno se aisla cada vez más,
sus mentiras van cayendo, y el rechazo a la Reforma se va
generalizando. Cuatro factores han influido para ello:
-
La permanente, terca y audaz resistencia de los maestros de Chiapas, Michoacán, Oaxaca y Guerrero desde hace 3 años (en realidad desde hace muchos años más). En las últimas semanas se incorporado a la movilización maestros de otros estados. Las acciones, paros, mítines y marchas de los maestros de la Ciudad de México el 5 y 6 de julio, cimbraron al gobierno.
-
La humillación que resultó la aplicación de la Evaluación este año.
-
La represión al movimiento: el encarcelamiento de líderes magisteriales y, sobre todo, la masacre cometida por la Gendarmería y Federales del gobierno de Peña en Nochixtlán, Oaxaca.
-
El hecho de que los efectos de las reformas estructurales de Peña Nieto y partidos cómplices que las aprobaron, no han resultado para nada en beneficio de la población. La vida se encarece, es más insegura, millones de personas apenas sobreviven; y los únicos beneficiados son los más ricos, las grandes empresas trasnacionales. El gobierno mintió cuando dijo que con la reforma energética se mejoraría el servicio eléctrico y bajarían las tarifas; mintió cuando dijo que con la reforma laboral habría más empleo y mejores salarios. El gobierno miente también sobre la reforma educativa: ésta no mejorará la educación.
Sin
embargo, para que el diálogo fructifique en la caída de la reforma,
se necesita que más contingentes de maestros se integren a la lucha,
sin importar el periodo vacacional. Papel fundamental pueden jugar
los maestros de la ciudad, de las secciones 9, 10 y 11 y los padres
de familia. Su incorporación masiva a las acciones de lucha, con un
compromiso firme y sostenido, puede hacer la diferencia e inclinar la
balanza a favor del movimiento. Nadie eligió este reto, pero la
historia lo plantea.
¿Hasta
dónde estamos dispuestos a luchar por defender los derechos
laborales y la educación de nuestros hijos, la de todos los niños
del país, la de todas las futuras generaciones?
b)
Sí es posible la abrogación de la reforma.
El
gobierno inventará todos los pretextos posibles para no revertir las
modificaciones a los artículos 3 y 73 de la Constitución, pues
independientemente de lo que pase con el diálogo, su búsqueda será
dejar establecido en la Constitución que las plazas docentes son
temporales, que se sujetan a la evaluación y los maestros no tienen
derechos. De forma que al bajar el movimiento, en cualquier momento
volverán a la cargada amparándose en la Constitución.
Si
no queremos que de tiempo en tiempo tengamos que estar luchando
nuevamente contra esta reforma, hay que revertir la modificación que
se hizo a la Constitución desde ahora anulando las leyes secundarias
y dejando sin efecto la modificación a la Ley General de Educación.
Es
momento de cerrar filas
¡Pueblo,
únete a tus maestros en lucha!
¡Abajo
la Reforma Educativa de Peña Nieto!
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